¿Qué es la Osteopatía?

La Osteopatía es un enfoque asistencial diferente, el cual, a partir de un sistema de diagnóstico y tratamiento específico, pone especial atención en la estructura del individuo y en los problemas mecánicos que en la misma pueden aparecer.

Mediante la Osteopatía ayudarnos a reequilibrar al organismo a través de su estructura, su sistema nervioso y su vascularización. Se trata de técnicas suaves, adaptadas a todos los pacientes.

En la Osteopatía se trabaja al paciente como un todo, buscamos la globalidad para ir de lo más general a lo más concreto, para obtener el mejor resultado de salud y bienestar.

OSTEOPATÍA ESTRUCTURAL

Método de trabajo basado en el aspecto mecánico de la disfunción. Se buscará corregir mediante distintas técnicas manipulativas (o de thrust), técnicas de movilización cápsulo-ligamentosa, técnicas de músculo-energía, técnicas miofasciales, etc, la problemática disfuncional que manifieste el paciente.

OSTEOPATÍA VISCERAL

Rama de la osteopatía que se ocupa de la normalización de las funciones propias de las vísceras y órganos. Se ocupa de reestablecer la movilidad del órgano o víscera, la motilidad y sus funciones internas.

El trabajo osteopático-visceral consigue excelentes resultados en distintas disfunciones orgánicas, algunas tan comunes como el reflujo gastro-esofágico (RGO), congestión hepática, estreñimiento. Pero también resulta muy eficiente en casos de intervenciones quirúrgicas previas, tales como una cesárea, mastectomía, apendicetomía, etc. En estos casos, el trabajo del terapeuta irá enfocado en liberar las adherencias derivadas de las cicatrices y recuperar el aporte sanguíneo local.

OSTEOPATÍA CRANEAL

La terapia cráneo-sacral está basada en los principios de la osteopatía craneal, y se apoya principalmente en la inteligencia natural del cuerpo para reencontrar el equilibrio, en la libre circulación del líquido cefalorraquídeo y en el libre movimiento de las articulaciones del cráneo y del sacro. Este movimiento, denominado movimiento respiratorio primario (m.r.p), está probada científicamente su existencia, sin embargo, no se conoce con exactitud cual es el motor que lo impulsa. Entre las hipótesis más destacadas encontramos la posible influencia del líquido cefalorraquídeo como impulsor del movimiento, y sería su déficit circulatorio el responsable de las disfunciones craneales.